¿Cómo acompañar a tus hijos en sus emociones?

La inteligencia emocional es una de las habilidades más importantes que podemos enseñar a nuestros hijos. Les ayuda a comprender lo que sienten, a relacionarse mejor con los demás y a tomar decisiones más conscientes.
Como padres, somos su principal ejemplo: la manera en que gestionamos nuestras emociones influye directamente en cómo ellos aprenden a manejar las suyas.

Puntos clave para padres

Escucha activa: deja que tu hijo exprese lo que siente sin interrumpir.
Ejemplo: “Veo que estás enojado, cuéntame qué pasó.”

 

Válida las emociones: no minimices lo que siente, incluso si parece algo pequeño.
Ejemplo: en vez de “no llores, no es nada”, decir “entiendo que te sientas triste”.

 

Pon nombre a las emociones: ayudar a identificar si es enojo, miedo, tristeza o alegría.
Ejemplo: “Parece que estás frustrado porque el juego no salió como querías.”

 

Modela con tu ejemplo: si tú manejas tu enojo o tristeza con calma, tu hijo aprenderá a hacerlo también.

Crea rutinas emocionales: dedica un momento al día para hablar de cómo se sintieron, por ejemplo, antes de dormir.

 

Recordemos que los niños no nacen sabiendo regular sus emociones; aprenden observándonos. Cada momento difícil puede ser una oportunidad de enseñanza si lo acompañamos con paciencia y empatía.

Acompañar a nuestros hijos en sus emociones no significa resolverles todo, sino caminar con ellos mientras aprenden a entenderse mejor. Con amor, paciencia y práctica, la inteligencia emocional se convierte en un regalo para toda la vida.